Derrota histórica para Israel: La CIJ dictamina que es plausible que Israel esté cometiendo genocidio

El pueblo palestino pide que se ejerza la máxima presión para detener el genocidio y desmantelar el apartheid.

Declaración BNC

Un llamado desde Palestina: Unámonos contra la cibervigilancia y la represión

El reciente escándalo internacional en torno al programa de ciberespionaje Pegasus desarrollado por el grupo israelí NSO, que ha sido utilizado por dictaduras y regímenes autoritarios para perpetrar numerosos crímenes y violaciones de los derechos humanos, es sólo la punta del iceberg. Durante años, Israel y sus empresas de alta tecnología han exportado programas de ciberespionaje  y otras tecnologías de vigilancia intrusivas a todo el mundo, incluso a los regímenes más autoritarios. 

El comercio de armas, tecnología militar, de seguridad y de vigilancia constituye la base de los vínculos que Israel establece con el resto del mundo. 

Esta tecnología es un resultado directo de la investigación y la práctica que sostiene el régimen de apartheid israelí en su represión sobre el pueblo palestino. La vigilancia masiva y selectiva del pueblo originario palestino es una característica fundamental del sistema israelí de represión, opresión y desposesión colonial. 

Más aún, el ejército de Israel, en colaboración con universidades y centros de investigación israelíes, no sólo ha desarrollado esta tecnología y metodología que son utilizadas para oprimir a los palestinos, sino que también ha creado un elaborado sistema que canaliza su tecnología militar y de vigilancia masiva "probada en el terreno" hacia el rentable mercado mundial de la industria de la vigilancia. Ha transformado su Unidad de Inteligencia Militar 8200 en una incubadora de empresas. 

En 2020, las empresas cibernéticas israelíes recibieron aproximadamente el 31% de la inversión mundial en el sector. Las adquisiciones de empresas cibernéticas israelíes generaron unos 4.700 millones de dólares, y las exportaciones cibernéticas israelíes se situaron en 6.850 millones de dólares. Israel se ha convertido en un líder en el mercado de los softwares de ciberespionaje y cibervigilancia, proporcionando experiencia para la recopilación y el procesamiento de datos, incluyendo spyware, reconocimiento facial, "herramientas de seguimiento de usuarios" que se utilizan para la vigilancia, para la manipulación electoral, y más. 

Israel, vende esta tecnología tanto a gobiernos democráticos, contribuyendo a la constante violación de los derechos civiles, como a regímenes autoritarios, permitiendo y agravando sus actuales abusos de los Derechos Humanos, como confirman las recientes revelaciones sobre el Proyecto Pegasus de la empresa NSO. 

 Los últimos antecedentes que se han públicos, muestran por ejemplo que el régimen despótico de Arabia Saudí habría utilizado el programa espía Pegasus en el seguimiento del disidente saudí Jamal Kashoggi, que fue brutalmente asesinado en la embajada saudí en Turquía en 2018. 

Las familias de los 43 estudiantes de bachillerato de Ayotzinapa (México), asesinados y desaparecidos en 2014, también fueron objeto del programa de espionaje israelí mientras se encontraban luchando por justicia para sus hijos. 

Los alcances del uso de Pegasus para el ciberespionaje de activistas se observa también en otras regiones del mundo, como el caso de la persecución de activistas y abogados en el caso de Bhima Koregaon en la India. 

 La investigación sobre el NSO Group, su programa de espionaje Pegasus y Circles, ha revelado la íntima cooperación que existe entre el ejército, el Estado y las empresas dentro del régimen de apartheid de Israel. 

El modus operandi pareciera estar vinculado con la regulación que el Ministro de Defensa israelí realiza sobre NSO Group, concediendo licencias individuales de exportación, mientras, NSO por su parte está dispuesto a vender su tecnología cuando el gobierno israelí está interesado en avanzar en los lazos diplomáticos con algún régimen represivo y autoritario del mundo árabe, África, Asia, América Latina, etc. 

La US Intelligence Community supone que Israel tiene acceso a los datos recogidos ilegalmente a través de Pegasus. No es de extrañar que el gobierno israelí esté creando un grupo de trabajo para gestionar la crisis generada por las últimas revelaciones.

 No se trata sólo del NSO Group: es hora de poner fin a las empresas de cibervigilancia ahora. 

 Como dice Edward Snowden:

"Sus productos son sólo vectores de infección. No son productos de seguridad. ...No fabrican vacunas: lo único que venden es el virus".

 Desde hace casi dos décadas, a medida que la tecnología digital ocupa el centro de nuestro mundo, la vigilancia masiva y el espionaje selectivo han quedado al descubierto como un medio de los Estados y las empresas represivas para vigilar, controlar, manipular y reprimir a activistas, periodistas y la ciudadanía en general. Esta represión global, que gran parte se origina en la matriz militar de vigilancia de Israel, debe ser exterminada por las personas de todo el mundo. 

 Hacemos un llamado a los movimientos por la justicia, a las organizaciones progresistas y a las personas que luchan por la igualdad en todo el mundo: 

  1. Unirse a nosotros y nosotras en la campaña para prohibir la cibervigilancia y poner fin a su papel en la violación y erosión de los derechos humanos y cívicos.  

  2. Detener los negocios sucios -y mortales- del NSO Group en todo el mundo.

  3. Pedir el fin de las relaciones militares y de seguridad con el régimen de apartheid israelí. 

 

Encuentra todas las referencias de la declaración aquí 


Compartir

Mantente al día

Suscríbete para recibir, noticias, actualizaciones de campaña, alertas de acción y campañas de recolección de fondos

Subscribe Now